Pesca Brava

 

 

Pesca brava ha sido un proyecto sonoro-musical para el ciclo Nuevas Narrativas del Puerto de la Cruz, que ha tenido lugar en noviembre de 2021. Chico-Trópico ha convivido durante una semana en el barrio costero de Punta Brava y  ha accionado una experiencia sonora y comunitaria insólita, un trabajo de arte de acción y de relación entre los habitantes del barrio con el pasado y presente del barrio, la memoria, el mar que golpea con fuerza su costa y la creación sonora-musical que parte del entorno y dialoga y juega con él.

El proyecto juega en su concepto con la pesca sonora de sonidos, memorias, historias y músicas del barrio de Punta Brava, y con la pesca literal, el sustento que proviene del mar y la comida como acto celebratorio y comunitario. Pensamos esta pieza sonora y performática desde el juego como práctica primordial del hecho artístico y de la práctica cultural.

El colectivo Chico-Trópico pasó los primeros días de residencia artística en Punta Brava grabando el entorno del barrio, a sus habitantes, conociendo historias y personas y registrando y relacionando todos esos encuentros. También se invitó a alumnos y alumnas de la Escuela de Música del Puerto de la Cruz a interpretar partituras musicales no convencionales basadas en la orografía de la costa de Punta Brava y en su perfil urbano. Con este material, generamos una suerte de podcast, pieza sonora, que fue usada en la segunda parte y tercera parte del proyecto.

Esta pieza sonora fue instalada en unos pequeños altavoces bluetooth impermeables, que metidos a su vez en bolsas estancas sumergibles, fueron lanzados al mar acompañando la pesca de vecinos del barrio, como Brian, Carlos, Alejandro o Don Bruno, todos vecinos del barrio. De tal manera, se vinculó la memoria sonora de Punta Brava con la pesca y el sustento que viene de ese mar que golpea con fiereza el acantilado de lava sobre el que se construye el barrio.

Los pulpos, sargos y salemas pescadas fueron entregados al bar La Estrella, donde se cocinó una cazuela alucinante, que compartimos con vecinas y vecinos, después de una escucha colectiva de la pieza sonora en el mirador de la ermita de la Cruz.

Gracias a todas las personas que hicieron posible este proyecto. Y especialmente a la vecindad de Punta Brava que nos acogieron con mucho amor y honestidad, y compartieron con nosotros sus sonidos, historias y amistad.

Gracias Phenomenal studio y Cultura del Puerto de la Cruz por facilitar este tipo de proyectos y acoger Pesca brava en su programación.